"Muchos fracasos en la vida suceden porque la gente no se da cuenta
lo cerca que estaban de tener éxito cuando se rindieron."
Thomas Edison
Hay
momentos en la vida en los que nos entran ganas de tirar la toalla. Momentos en
los que parece que, por mucho que nos esforzamos y nos dejamos la piel en el
intento de conseguir algo… las cosas no salen como esperamos. Momentos en los
que el trabajo duro no siempre tiene la recompensa esperada, en el momento en
que la esperábamos… en fin, hay momentos en los que nos gustaría dejar de
luchar y darnos por vencidos.
A
todos nos ha pasado alguna vez sentir esas ganas de abandonar, ese cansancio, sin
embargo lo que distingue a “esos” a los que parece que las cosas les van bien
de los que no, es la actitud, precisamente en estos momentos de crisis personal.
Como he dicho alguna vez, la vida nos da las cartas pero nosotros somos
realmente los encargados de jugarlas.
Ante
las decepciones siempre tenemos la opción de tirar la toalla, mandarlo todo a
paseo y conformarnos con lo que parece que nos “toca” vivir. O también, podemos
dar una patada al conformismo, mandarlo lejos de nuestra vida y seguir luchando
por lo que de verdad queremos alcanzar.
Es
cierto que muchas cosas no dependen exclusivamente de nosotros, que en algunos
retos el esfuerzo no es proporcional a la recompensa (las más de las veces), y
que en ocasiones no medimos del todo bien nuestros recursos reales para
afrontar un problema. Sin embargo, permitidme que dude de que nuestra actitud
no tenga mucho que ver en lo que al final alcanzamos.
He
visto personas que ante los problemas se crecen, personas que sacan fuerzas de
no se sabe dónde y, a pesar de los golpes, se levantan con más fuerza que
antes. Hay personas que ante la adversidad no es que sean inmunes, no es que no
sufran ni sientan… es que se sobreponen, deciden luchar, deciden no
conformarse, levantan la cabeza y empiezan a buscar en la “mochila” de sus
experiencias vitales algo a lo que agarrarse para tomar conciencia de que, si
lo consiguieron en otras ocasiones, también lo podrán hacer ahora.
Seguramente,
si echáramos la vista atrás y recordáramos algunos momentos difíciles de
nuestra vida, que con el tiempo y mucho coraje conseguimos superar, relativizaríamos
bastante los malos ratos que podamos estar viviendo ahora. Todo lo que nos ha
permitido sobreponernos y luchar en el pasado sigue estando dentro de nosotros
mismos, y esa fuerza es tanto más poderosa a medida en que la vas entrenando.
Cuando
sientas ganas de tirar la toalla mira antes dentro de ti, busca en lo que te ha
hecho grande en otros momentos difíciles de tu vida, recupera esa motivación y
esas ganas que en otros momentos te hicieron superar la adversidad y toma
conciencia de que, aunque las cosas se vean complicadas, hay mucho en ti para poder
cambiar el resultado final.
Nica
"El
triunfo no consiste en vencer siempre, sino en nunca rendirse."
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