domingo, 22 de junio de 2014

ESPACIO RESERVADO



Hay un tiempo para ir de pesca y otro para secar las redes
Proverbio chino

Seguro que no es la primera vez que te sientes cansad@, asfixiad@ de la cantidad de cosas que tienes por hacer y en parte también, y aunque te sientas mal solo de pensarlo y no lo compartes con nadie, agobiad@ por la demanda que de tu tiempo hacen los más cercanos a ti.

Es curioso, pero cuanto más predispuestos nos mostramos, cuanto más nos esforzamos por ayudar a los que nos rodean, cuantas más cosas conseguimos resolver, más necesidad de involucrarnos en nuevas cosas parece surgir. En realidad no se trata de ninguna paradoja, más bien todo lo contrario, es casi la consecuencia lógica de cuidar al prójimo, de darte a los demás, de tratar de ayudar y conseguirlo, de asumir tareas y responsabilidades aunque no te correspondan y también, en cierta medida, de no delegar.

Y aunque es muy gratificante la sensación de ayudar a que otros se sientan bien, aunque nadie duda de que dar apoyo a los demás llena mucho, también puede llegar a convertirse en una pesada carga a nuestras espaldas, que un buen día acaba por pasarnos factura.

Poco a poco el tiempo para ti va encogiendose hasta casi desaparecer porque te encuentras pegada al teléfono escribiendo whatsapps a unos y otros, tratando de levantarles el ánimo, te pasas el día corriendo de un sitio para otro para resolver mil y una tareas, te apresuras a escuchar a todos los que necesitan desahogarse, dedicas un buen tiempo a ayudar a tus hijos con sus actividades, a tus padres o hermanos con sus preocupaciones o a tus amigos en sus malos ratos. En resumen, ¡eres un crack para todos los que más quieres! pero... Y para ti? Realmente te sientes en plenitud viviendo así?

Compartir tu tiempo con los demás de forma generosa es importante para ser feliz. Reservarte un tiempo para compartirlo contigo mismo, también. Y pensar que esto no es  egoísmo sino un acto de generosidad, en este caso hacia ti, quizás sea el primer paso para aceptar que tenemos necesidades y que debemos reservar un espacio para mimarnos un poco (y si es posible, también para que nos mimen), sobretodo si queremos seguir en pie.

No se trata de que, de pronto, te olvides del mundo. Ni mucho menos se trata de volvernos egoístas e insensibles. Se trata de ser generosos en nuestras dedicaciones ... Sin olvidarnos de nosotros mismos!!. En el equilibrio suele estar la virtud, y si al principio no sabes ni siquiera como enmendar esta situación sin herir a nadie, puedes empezar por reservar un rato, cada día, para hacer algo que te guste de veras. Lo puedes marcar en tu agenda, acoplar en el horario que no interfiera con tus otras actividades, ser flexible en la actividad a realizar,  y dedicarle más o menos tiempo según tus necesidades y compromisos, pero lo que no debe faltar es ese pequeño espacio reservado para ti cada día.

No olvides qué cuanto más agotad@, enfadad@ o frustrad@ te sientas, menos serás buena compañía para nadie, así que quizás sea mejor ponerle remedio antes de que tus emociones se desborden, por saturación, con los que tienes más cerca.

Nica.


No hay comentarios: