martes, 6 de enero de 2015

DISCULPA PERO... TE QUIERO


No ser amado es una simple desventura,
la verdadera desgracia es no saber amar.

Albert Camús 

Disculpa que, sin proponérmelo, piense en ti varias veces al día. Que me imagine qué estarás haciendo, qué pensarás y qué cosas te estarán haciendo reír en cada instante. Que me pregunte si te apetecerá verme, tanto como a mí me apetece verte a ti y disfrutar del tiempo contigo.

Disculpa que no sea capaz de mirar el reloj cuando estoy a tu lado y que me obsesione viendo pasar los minutos lentamente cuando te tengo lejos. Que el tiempo se convierta en infinito cuando te puedo abrazar y mirarte a los ojos.

Disculpa que me ría sin contención con tus ocurrencias, con tus chistes ingeniosos y tu todavía insultante inocencia. Que no pueda evitar sonreírme cuando te veo aparecer y sentirme triste cuando sé que, irremediablemente, me tengo que separar de tu lado.

Disculpa por las veces que la pasión por estar contigo me hace perder la cordura y hacer tonterías, en un intento de mantenerme unida a lo que tanto amo. Y disculpa que me entrometa en tu mundo y quiera formar parte irrenunciable de él, desde hace ya mucho tiempo.

Disculpa todas esas cosas que no esperabas de mí, pero que aceptas sin protestar demasiado,  sólo porque sabes que el amor es la fuente de inspiración que me guía. Disculpa pero...te quiero. Y sólo cuando se quiere de verdad lo mundano pasa a ser secundario, lo racional se subordina ante el sentimiento y el mundo deja de fluir a tu alrededor, para fluir tú embriagando al mundo. Lo más normal de lo que cada día acontece en tu vida, te hace sonreír y lo verdaderamente importante lo llevas dentro, formando parte irrenunciable de eso que tan feliz te hace cada día.

Si tú también amas o alguna vez amaste de verdad, sabrás bien de que te hablo. Entenderás el por qué de tu cabeza confundida, de tu miedo a la pérdida, del sacrificio voluntario por hacerle al otro más feliz aún que tú. Comprenderás esas inesperadas reacciones tuyas, sólo explicadas por un sentimiento que te supera y te emborracha, sin que puedas contener ni un ápice de tu adicción. Y sabrás por fin que hay algo muy superior a todo lo que antes conociste y a lo que conocerás después, algo que ya nunca podrá salir de tu vida ni de tu corazón y que será, definitivamente, de esas pocas cosas eternas que habrás vivido a pesar de lo inevitablemente efímero de la propia vida.

Disculpa pero... Te quiero.


Nica




No hay comentarios:

Publicar un comentario