sábado, 28 de diciembre de 2013

LIDERA TU VIDA

Leyendo hace pocos días unos artículos sobre liderazgo empresarial me vino a la cabeza la idea de hasta donde aplicamos esos principios, que según parece generan resultados tan deseables, en nuestra propia vida.

Es un hecho que en la mayoría de las organizaciones más competitivas y exitosas se cuenta con líderes que, en gran medida, son artífices de los buenos resultados que se consiguen. Líderes que saben combinar su capacidad de visionar una hoja de ruta a futuro, con habilidades de comunicación y escucha, consiguiendo generar motivación en las personas. Líderes que consiguen germinar el compromiso de los equipos humanos haciéndoles partícipes, y que crean armonía conectando a los individuos entre si consiguiendo obtener lo mejor de cada uno.

Si esto es así, ¿por qué no reflexionamos un poco sobre la cuestión y nos ponemos manos a la obra para liderar nuestra propia vida?

Quizás si somos capaces de analizar con sosiego en qué somos buenos y no tan buenos, quienes pueden ayudarnos a alcanzar nuestras metas y qué o a quien debemos mantener alejado de nuestro camino… Quizás si escuchamos a nuestro cuerpo y nuestras emociones con mas frecuencia, si aprendemos a leer en nuestros comportamientos, a identificar nuestras creencias… Quizás si conectamos con nosotros mismos, nos autocriticamos menos y ensalzamos mas todo aquello valioso que llevamos dentro… quizás entonces seremos capaces de orientarnos más a lo que realmente queremos alcanzar, encontraremos una mayor motivación y fuerza interior para luchar por ello, aun incluso en situaciones adversas. Será entonces cuando sentiremos si es el momento en que estamos preparados para asumir nuevos retos y todo esto, además, lo haremos en armonía con nosotros mismos.

Soy de la opinión de que, llegado un determinado momento en nuestra vida, nadie más que nosotros mismos debería dirigir el timón de nuestras decisiones. Nadie más que nosotros debería decirnos cuál es el camino a seguir en cada momento, ni qué es aquello por lo cual merece la pena luchar. Ni debería tampoco nadie tener el atrevimiento de criticar, lo que a sus ojos, no es adecuado para nosotros.

Todas las respuestas a nuestras grandes cuestiones vitales están en realidad dentro de nosotros mismos, la única dificultad es disponer de la luz suficiente para verlas.

La receta no es sencilla. No se adquieren competencias para liderar nuestra vida de la noche a la mañana, pero sin duda, si decides que quieres hacerlo y te lo propones, con un poco de ayuda, seguro que lo consigues.

¡Animo!, no dejes que otros lo hagan por ti, busca tu hoja de ruta personal, tus auténticos propósitos y conecta contigo mismo hasta alcanzarlos. Tú eres tu mejor recurso!


Nica.


Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, ¿cómo sabrá gobernar a los demás?

Confucio

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