jueves, 28 de noviembre de 2013

EL PESO DE TUS CREENCIAS

Recuerdo que cuando era pequeña no se me daba nada bien jugar a la pelota. Casi siempre se me escapaba de las manos y tenía que salir corriendo tras ella con bastante poco desparpajo, lo que generaba habitualmente las risas de aquellos con los que estaba jugando (o mejor, con los que intentaba jugar) y la correspondiente sensación de torpeza para mí misma.

Desde entonces interioricé la idea de que los deportes de pelota y yo no íbamos a ser buenos compañeros de vida. Y así ha sido. Durante años he huido literalmente de intentar siquiera aprender a jugar al tenis, al padel o a cualquier otra actividad que me obligara a enfrentarme con el “diabólico elemento”. Y todo ello porque, en lo más profundo de mi misma, CREIA que no era posible que lo hiciera bien.

Cuando somos niños, especialmente hasta los 5 o 6 años, nuestro cerebro trabaja con una frecuencia de onda que permite grabar las ideas directamente en el subconsciente. Y esto es algo así como grabarlo con un hierro candente, porque realmente dejamos de ser conscientes, para el resto de nuestra vida, de que cada vez que nos enfrentemos a situaciones relacionadas con nuestra creencia no actuaremos bajo la fuerza de la razón, sino que daremos respuestas automáticas basadas en nuestras creencias más íntimas.

Si realmente creemos que NO somos capaces de hacer algo, eso se convertirá en el mayor freno para alcanzar nuestros objetivos, y en consecuencia nuestra felicidad. Mayor incluso que la crítica de un tercero. Así que parece importante que, cuando sintamos que algo no es posible, que nosotros no podemos conseguirlo o que no nos lo merecemos, nos paremos un poco a pensar sobre la objetividad de nuestra creencia.

Quizás la forma más práctica de hacerlo es preguntarnos qué nos impide hacer o merecer ese algo, escribirlo en un papel y reflexionar si de verdad estamos seguros de que nos lo impide. Llegados a este punto ya hemos ganado mucho: La conciencia de que la “poderosa fuerza invisible” que nos impide conseguir nuestras metas, la llevamos dentro. Y que podemos cambiarla si de verdad queremos hacerlo!.

Basta, que no es poco!, con pensar qué nos gustaría creer a partir de ahora en lugar de nuestra creencia limitadora, escribir la nueva creencia en tiempo presente y repetirla, tanto a través del lenguaje como al comportarnos cada día. No olvides que el hábito y la constancia son el mejor pegamento para el éxito.

“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”

Henry Ford. Fundador de Ford Motor Company





miércoles, 27 de noviembre de 2013

TU PODER AL PODER!!

Seguramente muchas veces en nuestra vida hemos constatado con un poco de decepción que no somos especialmente buenos haciendo alguna cosa, que no se nos da bien. En algunas ocasiones, si esta sensación la hemos tenido en un par de situaciones que se han producido en un corto espacio de tiempo, incluso llegamos a concluir, erróneamente, que “nada se nos da bien”.

Más allá de las creencias limitadoras que todos tenemos y sobre las que hablaré en próximos posts, el propio hecho de auto enjuiciarnos con mucha frecuencia y poca tolerancia nos puede llevar a la peligrosa y equivocada idea de que valemos para, más bien, poca cosa.

Tener este pensamiento como consigna en la vida es realmente un error, ya que debilita en gran medida nuestra autoestima y nos quita motivación para encontrar aquello que realmente nos apasiona y que potencia la esencia de nuestro talento.

Tan cierto es afirmar que nadie es perfecto en todo lo que hace, como que todos, todos sin excepción, tenemos algo en lo que somos realmente buenos. ¡Tan buenos que podríamos incluso vivir de ello y ser felices en el camino!. Para eso es necesario que añadamos dos condiciones más a la conciencia necesaria para auto descubrir nuestro talento natural: creer en ello (o mejor dicho, en nosotros mismos) y ser persistentes en nuestro empeño de aportar valor a los demás a través de ese talento.

Creer en nosotros nos da alas para la creatividad, para que se nos ocurran cosas que no nos creíamos capaces de imaginar y menos de alcanzar. Nos da fuerzas para no decaer y nos entrena en el poderoso arte de la resiliencia, además de ayudarnos a liberarnos de nuestras creencias limitadoras más íntimas. Al creer en nosotros, nuestros puntos fuertes se potencian de un modo determinante, ante nuestros ojos y los de los demás, dando además la sensación de que nuestras debilidades no son ya tan importantes.

Si además somos persistentes, si aprendemos y nos habituamos a no rendirnos, conseguiremos que nuestros sueños no bajen en nuestra escala de preferencias y eso nos permitirá no abandonarlos. No harán falta grandes cosas para no abandonar, más bien una rutina de cosas pequeñas que nos acerque, más o menos rápido, a conseguir nuestros objetivos.

Si ya has sido capaz de vislumbrar cuál es tu poder, recuerda cada día lo afortunad@ que eres de poder aportar ese valor al mundo, añádele ese ingrediente extra que es la disciplina para convertirlo en algo realmente extraordinario y sobre todo … no dejes de ser feliz utilizándolo!!.

Nica




domingo, 24 de noviembre de 2013

EN BUSCA DE LA FELICIDAD … TU FELICIDAD

Hace pocos días volví a ver una película que, en su momento, me gustó muchísimo. Su título, como el de este post, “En busca de la felicidad”, guarda muchas cosas interesantes para aplicarnos a nosotros mismos, de cara a conseguir nuestros sueños.

Quizás el primer aspecto a destacar sea que, a pesar de que las cosas parezcan ponerse difíciles siempre hay una esperanza (y una oportunidad!) de conseguir lo que nos proponemos si de verdad no perdemos fuerza a la hora de luchar por ello. Pero lo curioso es que cuando algo nos importa de verdad, sacamos fuerzas, no se sabe muy bien de donde, para no decaer. 

Decía el psiquiatra austriaco Viktor Frankl en su libro “El hombre en busca de un sentido” que lo que hacía que algunos de sus pacientes, con graves problemas mentales, no tuvieran deseos de suicidio y otros sí, era que los primeros encontraban algo por lo que luchar y seguir viviendo.

Y si en esos casos tan extremos sucede esto, ¿no deberíamos reflexionar un poco cada uno de nosotros sobre la cuestión cuando notamos que bajan nuestras fuerzas ante la adversidad?. ¿No deberíamos de invertir algo de energía en encontrar el sentido, el auténtico propósito de nuestras vidas?, mi opinión es que sí.

Centrándonos en el plano profesional y más concretamente en el inicio de nuestra trayectoria profesional estaría bien pararse a pensar que es lo que nos gustaría hacer, a que nos gustaría dedicarnos, cual es nuestro sueño profesional.

Cuando lo tengas, conviene pasarle nuestro particular “filtro emocional”, para comprobar que no nos auto engañamos ni nos dejamos influenciar, erróneamente, por el entorno. Para ello trata de visualizarte en esa situación deseada. Concéntrate en percibir qué sientes, cómo te ves, qué escuchas… y si todas esas sensaciones te aportan un sentimiento de felicidad, aunque sea ligero. Si es así, no lo dudes, acabas de encontrar tu sueño, aquello por lo que luchar y que además de permitirte vivir, te hará vivir feliz.

Y si no es así, si lo que te dicen tus emociones no es sinónimo de felicidad, entonces date un tiempo y vuelve a repetir este sencillo ejercicio hasta que de verdad conectes con el propósito profesional de tu vida.

Para que te ayude un poco a encontrar la inspiración, aquí te dejo un pequeño fragmento de la película “En busca de la felicidad”, producida y protagonizada por Will Smith.


Que lo disfrutes!

Nica


jueves, 21 de noviembre de 2013

BASTA YA DE VERLO TODO NEGRO!, LO VERDE ESTA EN TI…

El verde de la esperanza…, el rojo de la pasión…, el amarillo de la energía… y muchos más!! Todos los colores están en ti. Y por mucho que se empeñen en mostrarnos la realidad que nos rodea, muy, muy oscura, la verdad es que hay mucho futuro, muchas oportunidades y muchas cosas por hacer. Y tú eres protagonista de esa realidad presente y futura y tienes un papel relevante en mejorarla.
Desde que hace algunos años estallara una crisis, en la que lo económico es solo la punta del iceberg de una profunda crisis de valores, nos bombardean desde muchos canales de comunicación sobre lo difícil, por no decir imposible, que está todo.
Como si de una nube gris a punto de descargar un diluvio que pareciera no acabar se tratara, nos dicen, nos repiten y nos recuerdan que no es el momento de progresar, de crecer, de aprovechar las oportunidades, sino de nadar poco y sobretodo guardar la ropa.
Y si esta perspectiva es negativa y desincentivadora para la sociedad en general, yo me pregunto qué efecto está teniendo y tendrá todo esto en la mentalidad, el entusiasmo, la ilusión, y la capacidad de superar la adversidad de nuestros jóvenes. Mas inexpertos y vulnerables, se ven abocados a creer una versión de que nada bueno puede pasar, de que queda mucho tiempo aun para poder disponer de oportunidades para crecer, para poner en valor todos los años que llevan preparándose.
Mi recomendación para superar esta visión catastrofista y destructiva, centrándonos sobre todo en la búsqueda de una profesión, es bastante simple y se apoya en 5 pequeños pasos:
  1. Busca lo que te hace FELIZ: Reflexiona, piensa, siente, conecta contigo mismo visualizándote haciendo aquello que te hará verte, escucharte y sentirte feliz. Es la regla VAK (visión-audición-corporalidad) la que te dará las pistas del objetivo profesional que debes perseguir.
  2. Explora tu ENTORNO: No siempre el más cercano, el que tienes más a mano, tiene información relevante para orientarte. A veces es necesario ampliar el horizonte, y mirar por otras caras del prisma. Afortunadamente vivimos en un entorno global con mucha información accesible. Aprovéchate de esta ventaja y amplia tu visión del entorno!.
  3. Analiza tu PODER: Nadie puede ser especialista en todo. Concéntrate en aquello que haces bien, en lo que destacas. Todos tenemos cualidades destacables. Búscalas y apóyate en ellas.
  4. Elabora un plan de ACCIÓN: Sin acciones tus ideas se quedan solo en buenas intenciones. No lo permitas. Un buena idea debe convertirse en una magnifica realidad, pero tienes que hacer cosas para conseguirlo. Identifica que debes hacer para llevarlo a término. Organiza las tareas y prográmalas en el tiempo. No todas a la vez!.
  5. Mide tus AVANCES: “Lo que no se mide no se gestiona y lo que no se dice se interpreta”. Si quieres ser el dueño de tu plan, de tus acciones, debes medir como avanzas en ellas, y asegurarte de que mides con continuidad, no abandones a medio camino. Medir tus avances te servirá para reconducirte si es preciso y aumentar enormemente las probabilidades de conseguir aquello con lo que sueñas, aquello que realmente te hará feliz.
Espero que estas sencillas ideas te ayuden a hacer tus sueños realidad, o al menos gran parte de ellos.

Y recuerda, lo verde y todos los colores que tiene la vida están dentro de ti, búscalos, no vivas siempre en el negro!.
Nica

domingo, 17 de noviembre de 2013

Bienvenidos al nuevo Blog de Nica

Hola a todos!!

Hoy me inicio en bloggear con y para vosotros. Quiero compartir ideas, proyectos, recuerdos y hasta emociones con todos vosotros. Y aprovechar tambien para ir creciendo y aprendiendo muchas mas cosas por el camino.

En los próximos días colgare mi primer post de verdad, (este solo es un "hola, espero verte por aqui!"). Es algo que tengo en la cabeza desde hace tiempo y que pronto veré escrito y podre compartirlo contigo.

Espero que os vayáis aficionando a pasar por aquí de vez en cuando.

Hasta pronto,

Nica