Plenitud no consiste en
alcanzar lo que anhelas,
sino en valorar lo que
tienes.
Anónimo
Has
pensado alguna vez qué es lo realmente importante en tu vida? Gastamos una
enorme cantidad de tiempo cada día en quejarnos de las pequeñas cosas que no
van del todo bien. Esas pequeñas rencillas de trabajo con compañeros o jefes poco
amigables, esas disputas familiares, tan frecuentes en las celebraciones
navideñas, donde cada año salen a la luz todos los trapos sucios. Esos
caprichos que nos gustaría darnos y que no siempre están alcancé de nuestros
bolsillos. O incluso esas cosas de nuestra apariencia externa o de nuestro
comportamiento que tanto nos gustaría cambiar, pero por las que no hacemos nada
por conseguirlo.
No voy a
entrar en el tópico de que lo importante es la salud, básicamente porque
resulta obvio. Es evidente que con la salud mermada o maltrecha es difícil
disfrutar del dinero, el amor o el sexo. Pero más allá de esto, da la sensación
de que a veces no somos conscientes de las cosas importantes que tenemos en
nuestras manos y que, lamentablemente nos comportamos como si fueran accesorias.
Que decir
de la Pasión. De esa fuerza superior que nos mueve incansablemente
hacia nuestros objetivos. Esa emoción incontenible que nos arrastra, sin que
podamos hacer otra cosa que dejarnos llevar. Esa energía que parece no tener
principio ni final y que se mueve en una turbulencia permanente que nos
alimenta. Pasión. Qué bueno sentirla!!. Y qué bueno dejarnos llevar por ella,
hasta lo que nos hace felices.
Y qué
decir del Amor. El amor por las personas que queremos. Por aquellos que
de verdad nos importa lo que les pueda pasar. Amor en todas sus formas. A tu
pareja, a tus hijos, hermanos o padres.
A esos sin lo que de verdad tu vida sería muchísimo más pobre y fría.
Amor hacia nuestros amigos. Esos de los que cuesta separarnos y sin los que nos
sentiríamos desorientados y bastante tristes las más de las veces.
No me
puedo olvidar de la Libertad. Esa capacidad de elegir, de optar por lo que
deseamos, sin que nada ni nadie más que nosotros mismos nos límite. Esa
posibilidad de decidir dónde vivir, donde movernos, con quién compartir nuestro
tiempo o donde enfocar nuestros esfuerzos y nuestros deseos.
Podría
enunciar algunos aspectos más, pero no muchos, sin los cuales mi vida no sería
feliz. Podría también imaginarme carente de multitud de cosas, de esas que a
todos se nos vienen a la cabeza y sobre las que he pasado levantándome, una y
otra vez, a lo largo de toda mi vida. Sin embargo, tengo claro que sin pasión,
sin amor o sin libertad no tendría las fuerzas suficientes para superar los
pequeños o grandes obstáculos cotidianos.
Así que,
llegados a este punto de reflexión, hace tiempo que tome la decisión de
recordarme cada día lo estupendo que es poder contar con lo que tengo. Lo
ilusionante que es poder decidir sobre mi propia vida y tener unas inmensas
ganas por vivirla. Lo maravilloso que es tener la capacidad de compartir todas
estas cosas con los que más quiero, y lo apasionante que es poder conseguirlo,
cada día, manteniendo la misma ilusión que el primer momento.
Nica.
Por si te sirve de inspiración...