miércoles, 5 de noviembre de 2014

DESPERTAR

A veces nos pasan desapercibidas circunstancias en nuestra vida, que tienen consecuencias importantes en la forma en que nos comportamos a partir de esos eventos.

No tienen necesariamente que ser cosas negativas, también las positivas marcan un antes y un después en nuestra existencia, tanto en el plano personal como profesional. Una nueva pareja, un hijo, un nuevo entorno laboral, una nueva ciudad donde vivir... Cualquier evento relevante en nuestra vida nos deja huella de una forma  u otra.

Por la propia capacidad de adaptación del ser humano, aprendemos a vivir en esas nuevas circunstancias, nos amoldamos a ellas y llegamos a cambiar cosas esenciales de nosotros mismos. Sin darnos cuenta. Sin ser conscientes.

Hoy quiero reivindicar desde aquí el despertar de esas cosas tan esenciales que hemos dejado alguna vez atrás, dormidas, arrinconadas, casi muertas en un rincón oscuro de nuestro interior y que sin embargo eran relevantes para nosotros. Nos gustaban, formaban parte de nuestra esencia, éramos felices comportándonos de esa manera, sentíamos nuestra propia identidad... Y sin embargo las subordinamos como sí no fueran importantes. Un error, porque realmente lo son, y tarde o temprano llaman a nuestra puerta de nuevo para no irse jamás, a veces de la forma más inesperada.

Comparto esto con vosotros porque yo he pasado por esto. Porque un buen día decidí asumir roles con tal solemnidad que acabe olvidándome de mi misma, sin comprender que eso tiene un coste, genera un desgaste terrible y un día, incluso puede hacerte explotar en mil pedazos. Hoy sé que nuestra esencia no muere nunca, está dentro de nosotros, expectante, dispuesta a que un día le permitamos volver a salir a la luz.

Y cuando sale, cuando despierta, de pronto vuelves a sentirte feliz, exultante, viva, llena. Da igual lo que esté pasando a tu alrededor. Vuelves a sentirte en armonía contigo misma. Vuelves a sentir eso que creías definitivamente perdido, vuelves a ser tú, quien siempre fuiste. Y vuelves a reconocer en cada comportamiento momentos del pasado que hicieron que hoy seas como eres.

Hoy sé que no debemos permitir que esos cambios, esas nuevas situaciones, aunque importantes, nos resten identidad. Cambiarán los roles que asumimos en determinados momentos de la vida, pero será importante no perder de vista quien somos de verdad, y también quien fuimos. Porque sólo así podremos aportar equilibrio a nuestro entorno y vivir en armonía con nosotros mismos. Felices y en paz.


Para M.G. por cuidarme siempre, dormida o despierta.
Para B.F. por ayudarme a despertar de nuevo.

Nica.


Escucha esto mientras lo lees. Ojalá te aporte tanta energía positiva como a mi.